Tranquilos, ¡que no cunda el pánico!, nos referimos a las luces que están situadas encima de las puertas de salida de nuestras oficinas, o de los espacios donde organizamos esos eventos presenciales que tanto echamos de menos, y que se encienden ante un hipotético corte del suministro eléctrico o una aún más hipotética evacuación…

Con la llegada de la Pandemia, son muchas los objetos y prácticas que pasaban ya desapercibidas en nuestra vida, como la luz de emergencia, el fichar al entrar o salir de nuestro trabajo, la máquina de vending de nuestra oficina, el pedir a un compañero si tenía un rotulador fosforito para señalar cualquier cosa importante de nuestro trabajo... Y un sinfín más de pequeñas cosas.

Ahora, todas esas pequeñas cosas las hemos dejado en la parte más profunda de nuestro hipocampo, y, en su lugar, han sido reemplazadas por nuevos objetos y actividades.

Con el teletrabajo todos hemos tenido que buscar nuestro rincón dentro de nuestra casa para recrear un espacio más o menos cómodo y privado, sin niños corriendo por detrás nuestro o lejos de los típicos ruidos de un patio de vecinos en el más castizo de los barrios de Madrid.

La tecnología siempre ha estado presente en nuestras vidas y nos ha facilitado todas nuestras actividades.  Y debemos seguir aprovechando todo el bienestar que aporta en nuestro día a día.

En nuestra opinión estamos a punto de cruzar una delgada línea de no retorno que sin duda va a modificar la forma de relacionarnos, y eso durante estos últimos 12 meses de pandemia ha cumplido su función.

Hace unos meses asistimos a una charla sobre el Covid y los protocolos de seguridad en eventos impartida por un prestigioso médico del Hospital Clínico de Madrid. En esta charla hacía especial hincapié que el ser humano tiene 3 tipos de salud: Física , Mental y Social, y que las 3 hay que cuidarlas por igual para no estar enfermo.

Si continuamos con este mundo online y dejamos de lado el mundo presencial estamos descuidando nuestra salud social.

Estamos convencidos que ver el mundo desde una pantalla va a pasar una elevada factura a nuestra sociedad y en especial a los más jóvenes y los más mayores.

Este aislamiento social, nos protege del Covid pero deja indefensa a nuestra salud social.

Por este motivo reivindicamos que tenemos que recuperar nuestra vida social antes del Covid, eso sí tomando medidas para no dar ningún paso en falso.

La campaña de vacunación está despertando la economía a nivel internacional, pero todavía faltan las dosis necesarias para alcanzar esa llamada inmunidad de grupo que genere la confianza necesaria para recuperar nuestra salud social de la manera más segura.

Todavía es pronto para saber cuántas nuevas normas y reglas se van a quedar y durante cuánto tiempo. A veces la tan esperada vacuna, recuerda una partida de póker donde te juegas todo a una carta. Y esa partida no terminara hasta que toda la población mundial este inmunizada por contagios o gracias a la vacuna, y para eso todavía faltan muchos meses.

Pero sí queremos que esta luz de emergencia se encienda, para avisarnos que no podemos traspasar esa delgada línea. Y que la luz al final del túnel se vaya alejando de nuestro horizonte.

Y muchas decisiones de nuestros políticos no ayudan o mejor dicho no tiene mucha lógica que los residentes nacionales sufran un cierre perimetral y el resto de europeos vengan a nuestro país sin ningún control, escapando de las rígidas normas de sus países.

Mientras tanto, solo nos queda mantener el equilibrio entre los eventos online, los híbridos y los cada vez más numerosos eventos presenciales.

Brindamos por esos turistas que vienen de nuevo a gastar en nuestro país y conocer nuestra gastronomía, pero serian mejor recibidos si vinieran respetando un mínimo de protocolos de protección contra el virus.

Brindamos también por las ayudas a la Hostelería;

¿Pero y cuando van a llegar las ayudas al Turismo, al sector de los eventos?

¿Seremos los últimos en salir de esta pesadilla?

Pero, ¿estamos siendo testigos de un cambio de ciclo que ha venido para quedarse o es solo parte de los protocolos de seguridad contra la pandemia?

Si es un cambio de ciclo, ¿Cómo va a impactar en nuestras vidas?

En los próximos meses tendremos la respuesta a todas estas preguntas…. Y deseamos de todo corazón, que la cuarta ola, sea solo un aviso para estar prevenidos y que no llegara.